Donde estuviera la rapidez que se fuera todo lo demás. Al borde de la desesperación lo palpaste con intención de violarle si era necesario. Era ridículo que una mujer hiciera eso, pero se habían visto casos similares al tuyo así que, siendo Arthur el violado, no te molestaba tanto.
Ya pensabas que lo tenías todo para ti, cuando éste armó fuerzas que no había sacado ante tu presencia por respeto y te lanzó hacia un lado librándose de tus manos.
- ¡¿estás imbécil o qué?!-te gritó enfurecido, alzándose lo más rápido posible mientras cogía el delantal y se lo ponía encima de sus partes.- ¡ni te vuelvas a acercar a mí!
Entristecida porque de la emoción ni siquiera le habías tocado alguna zona milagrosa, te erguiste y le miraste con gesto apenado. El reproche de sus facciones no varió en absoluto a pesar de que le intentaste dar pena, es más, alzó la mano y sin tapujos te dio una bofetada en el cachete que resonó por toda la habitación.
- ¡yo que había preparado todo esto para ti!-bramó rabioso con una mezcla de decepción.
Tras decir eso, con paso rápido se marchó de la sala, sin percatarse de que se había puesto mal el delantal y por la parte de atrás podía asomarse un lindo y pomposo trasero que viste al voltear la mirada hacia él. Fue agradable para ti verlo, sin embargo fue lo único que pudiste ver de él por haberte lanzado de aquella forma tan animal que tanto le había enojado. Habías estropeado la cita que él había hecho al parecer con ilusión, era lógico que le hubiera molestado.
Por dejarte llevar por los impulsos habías perdido tu oportunidad de oro. Otra vez será ;D y a la próxima piensa antes de actuar.
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